Cómo conseguir acabados uniformes en el texturado de paneles de yeso

Las superficies de los paneles de yeso texturados son habituales tanto en obras nuevas como en reformas. Aunque normalmente se aplicaba a techos, ahora las paredes interiores también suelen texturizarse. Además de conseguir un aspecto determinado, el texturado de paredes ayuda a ocultar imperfecciones y permite reparar las paredes con mayor facilidad.

Cuando se aplica un acabado texturado, es importante conseguir una superficie uniforme. Esto es especialmente clave en obras pequeñas o medianas de reforma o reparación cuando hay que igualar un acabado texturado existente.

Cada acabado texturado tiene características únicas y los más comunes son el rebajado, el de piel de naranja y el gotelé .

Una vez que se entienden las características de un determinado acabado, conseguir un patrón uniforme depende de tres elementos principales:

• La consistencia de los materiales
• La uniformidad de la presión neumática
• La técnica de aplicación

Mantener una consistencia uniforme del material en toda la aplicación es el primer paso para conseguir un acabado texturado perfecto. El compuesto para juntas (pasta para paneles de yeso) de uso general suele estar disponible en dos formatos:

• Polvo seco en sacos, que debe mezclarse con agua
• Pasta ya mezclada en cubos o cajas, que hay que diluir con agua

Una vez seleccionado el acabado del texturado, es mejor entender cómo mezclar la pasta para pulverizar el texturado. Tanto si opta por polvo seco como material texturado premezclado, a ambos hay que añadirles la cantidad adecuada de agua para:

• Obtener el mejor caudal con una tolva alimentada por gravedad
• Conseguir un patrón de texturado concreto

Para los trabajos que requieren varios lotes de pasta, asegúrese de que todos los lotes tengan la misma uniformidad de material. Mezclar de una sola vez todo el material necesario puede ayudar a ello, aunque no siempre es factible.

Otro factor que puede afectar a la consistencia del material es que la pasta empieza a secarse al estar expuesta al aire. Para trabajos de texturado de pequeña o mediana envergadura, es mejor usar una pistola de tolva presurizada y sellada que impida que la pasta se seque. La presión añadida también mejora la eficiencia y proporciona fuerza adicional para proyectar el material más lejos de la pistola y, así, ofrecer acabados uniformes en superficies difíciles de alcanzar, como techos altos o abovedados.

El suministro de aire en un pulverizador de texturados también desempeña un papel fundamental, porque existe una relación directa entre la cantidad de material y de aire que se mezclan. A medida que el patrón es más fino, se necesita más aire para descomponer la pasta de panel de yeso en partículas pequeñas. Los acabados texturados, como la piel de naranja y la nebulización (fogging), son los que requieren más aire para que el material se deshaga lo más posible.

Cuando se utiliza una pistola de tolva para aplicar un texturado, se necesita un compresor de aire independiente y no todos los compresores sirven para el trabajo. Es fundamental tener un equilibrio de presión de aire bajo y uniforme por toda la tolva de material.

Muchos compresores de aire eléctricos portátiles utilizan pequeños tanques de almacenamiento para acumular presión. Estos compresores funcionan bien con pistolas de clavos y otras herramientas que requieran ráfagas cortas a gran presión, que dan tiempo suficiente a que se vuelva a llenar el tanque. Cuando se usan estos compresores para aplicar acabados texturados, es habitual tener que interrumpir la pulverización para esperar a que se recupere la presión en el tanque.  Dependiendo de la envergadura de la obra, este tiempo extra puede duplicar o triplicar fácilmente el tiempo de trabajo. También cuesta reconocer el punto crítico en que la presión del aire caerá tanto que afectará a la uniformidad del texturado.

Para ahorrar tiempo en pulverizar texturados y evitar desigualdades, opte por un sistema de suministro de aire de caudal continuo con un gran CFM durante todo el trabajo.

Para los profanos en la materia, observar el proceso de aplicación de texturados puede parecer un caos uniforme. Sin embargo, aplicar texturado a una superficie siguiendo un patrón uniforme requiere un alto grado de sensibilidad, prestar atención a cómo va quedando el material e ir realizando pequeños ajustes técnicos. A aquellos profesionales que consiguen acabados uniformes en poco tiempo se les puede considerar unos “artistas”. Como suele ocurrir, un periodo de ensayo y error aportará la experiencia necesaria para mejorar los resultados.