Elegir la bomba adecuada: bombas magnéticas y bombas eléctricas de doble diafragma

Las bombas de mecanismo magnético son una buena solución de trasvase en lo que respecta a prevención de fugas, requisitos de mantenimiento y capacidad de manejar líquidos corrosivos, tóxicos o inflamables. Pero, al igual que las bombas centrífugas estándar, las bombas magnéticas son incompatibles con muchos fluidos. Además, el mecanismo magnético puede provocar un sobrecalentamiento e incluso alterar la composición del fluido. Las bombas QUANTM eléctricas de doble diafragma (EODD) de Graco abordan todos estos problemas al tiempo que proporcionan algunas características únicas para mejorar el proceso de trasvase.

Bombas magnéticas

Aunque las bombas de accionamiento magnético eliminan los problemas asociados con las juntas mecánicas de estanqueidad, tienen una serie de limitaciones que las hacen poco idóneas para diversas aplicaciones industriales.

• Una solución poco satisfactoria para los materiales abrasivos y sólidos
  Las bombas magnéticas están diseñadas principalmente para líquidos limpios sin sólidos. Los sólidos en el material de transferencia pueden provocar un fallo repentino de los cojinetes de manguito con tolerancias estrictas e introducir las superficies dentro de la bomba. Estos problemas interfieren en el rendimiento de la bomba y se acumulan, acabando por provocar fallos totales de la bomba y del mecanismo del motor. Aunque algunas bombas magnéticas pueden mover fluidos más pesados o viscosos, son mejores para aplicaciones que necesitan transportar fluidos limpios de baja viscosidad. Lo ideal es no utilizarlas para aplicaciones más exigentes que procesen sólidos que contengan fluidos, como lodos, lechadas o mezclas.

• Punto de máximo rendimiento y rango de funcionamiento preferido reducido
  Las bombas de accionamiento magnético son similares a sus primas centrífugas con un diámetro de rodete específico, lo que implica que solo funcionan a óptimo rendimiento con un caudal concreto. Y al igual que las bombas centrífugas, el rango de funcionamiento es reducido. Salirse del rango preferido no solo merma considerablemente la eficiencia de la bomba, sino que, al final, también provoca cavitación, vibraciones, daños en el rodete y recirculación de la aspiración y la descarga o reduce la vida útil del cojinete y de la junta.

• Depósitos generados por el sobrecalentamiento del imán
  La acción de acoplamiento de los imanes puede generar mucho calor. Este calor calienta el líquido en la bomba, lo que se traslada al proceso.  Si no se evacúa el material de forma eficaz, el calor puede aumentar lo suficiente como para cocer los componentes del líquido de proceso en el centro rotatorio del imán del rodete provocando una acumulación de depósitos y, a la larga, un fallo catastrófico de la propia bomba. Además, los imanes de una bomba magnética se pueden desmagnetizar al estar expuestos a temperaturas superiores a su límite establecido. Un funcionamiento en seco de las bombas magnéticas agrava y acelera este tipo de fallos prematuros en el sistema de bombeo.

• Sensibilidad con caudales bajos o en situaciones de altura total con válvula cerrada
  Las bombas magnéticas son sumamente sensibles cuando funcionan con caudales bajos o en situaciones de altura total con válvula cerrada porque el rodete trabaja contra una altura piezométrica más elevada. No se debe superar el par de arranque del acoplamiento magnético. Si esto ocurre, se pierde el acoplamiento magnético entre el motor y el eje del rodete, lo que provoca que el rodete deje de girar y dañe la bomba o el sistema.

• Sensibilidad a los cambios en la viscosidad durante el funcionamiento
  La viscosidad de los líquidos puede variar debido a la temperatura o a reacciones químicas. La viscosidad del líquido bombeado afecta a la alimentación de entrada y al par magnético necesarios para el trasvase. Todos los acoplamientos magnéticos están diseñados para un par máximo; si se supera ese punto, los imanes funcionan a velocidades reducidas (desacoplamiento). Un funcionamiento en este estado puede desmagnetizar los imanes de forma permanente, por lo que estas bombas resultan especialmente vulnerables a condiciones de funcionamiento variables y requieren una alimentación de gran potencia. La integración de sistemas de control de la potencia en el proceso debe incluirse en el total de los costes de inversión de este tipo de bombas.

• Sin autocebado
  Las bombas centrífugas no tienen autocebado. Para que la bomba funcione correctamente, su carcasa se debe llenar de líquido antes de la puesta en marcha. Si la carcasa se llena de vapores o gases, el rodete de la bomba queda bloqueado por el gas y es incapaz de bombear. Para asegurarse de que la bomba siga cebada y no quede bloqueada por el gas, las bombas centrífugas se deben instalar por debajo del nivel del fluido que aspiran. Como alternativa, la bomba se puede cebar suministrando líquido bajo presión con otra bomba colocada en la línea de aspiración.

• No pueden funcionar en seco
  Debido a que el líquido bombeado  actúa como lubricante y refrigerante, si se produce un funcionamiento en seco, el cojinete y algunos otros componentes del cabezal de la bomba se sobrecalentarán y acabarán sufriendo daños, con lo que precisarán de reparaciones o mantenimiento. Las bombas magnéticas no se deben utilizar en servicios y aplicaciones en los que exista riesgo de funcionamiento en seco.